Alimentos Naturales para conservar nuestra Salud. Beneficios y Propiedades de los alimentos naturales: Granos Semillas Verduras Hortalizas Legumbres etc. Elaboración de productos o alimentos naturales para combatir enfermedades crónicas como Colesterol, Triglicéridos, Anemias, Diabetis, Transitos Intestinales defectuosos, Intolerancias, etc. Aportes de Minerales: Magnesio, Sodio, Potasio, Hierro, etc. y Vitaminas A B C D E ... Omega 3
martes, 18 de octubre de 2016
Cúrcuma en Polvo.
La cúrcuma es una planta que se originó desde la Polinesia a Micronesia y parte del sudeste asiático.
Es una planta herbácea que puede crecer hasta 1 metro de alto y está compuesta por rizomas muy ramificados de color amarillo o naranja, tienen forma cilíndrica y aroma agradable.
Para su cultivo esta planta necesita estar en tierras cuyas temperaturas estén entre los 20 y 30º C y una considerable pluviosidad para properar, sus propiedades fueron descubiertas por primera vez en la India entre 610 a.C. y 320 a.C. y para aquella época se utilizaba como colorante para la lana.
Con el pasar de los años se ha empleado para colorear partes del cuerpo, como especie para condimentar alimentos y como un excelente remedio para curar diferentes afecciones.
Gracias a varias investigaciones científicas sobre las propiedades de la cúrcuma, se ha logrado descrubrir que tiene potenciales efectos en enfermedades tales como cáncer, artritis, diabetes y otros desordenes químicos.
Beneficios de la cúrcuma
Con el pasar de los años el uso de la cúrcuma sigue creciendo en popularidad, por esta razón muchas personas en todo el mundo han decidido integrar en su vida diaria la cúrcuma.
Dentro de sus beneficios se encuentra la mejora de los procesos digestivos eliminando la acidez estomacal ya que actúa como un tónico estomacal estimulando las secreciones tanto del jugo gástrico como el pancreático, facilitando así la digestión.
También funciona como un excelente tratamiento para enfermedades del hígado ya que actúa como protectora del mismo y tónico para la vesícula biliar, también colabora con la eliminación de las piedras biliares, tiene efecto antiinflamatorio, permiten el drenaje del hígado y el vaciado de la vesícula.
El rizoma de la cúrcuma contiene más de 5 componentes anticancerígenos entre los que se destaca la curcumina y los betacarotenos. Estos generan efectos protectores frente al cáncer de piel. El de mama, el de colon y el de duodeno.
Se ha demostrado que también es un excelente remedio para problemas respiratorios, regula los ciclos menstruales y puede aumentar las defensas.
Otro importante beneficio es que posee características como poderoso limpiador de arterias para los que poseen colesterol.
El Doctor Axe, especialista en Alimentación y Medicina, ha desarrollado este video en donde podras conocer como puedes aplicar la cúrcuma en diferentes aspectos de la vida cotidiana y comenzar a beneficiarte de sus propiedades.
La cúrcuma es una de las plantas que más ha sido investigada. Sus propiedades medicinales y componentes (principalmente curcumina) han sido objeto de mas de 5600 revisiones y estudios biomédicos publicados.
En investigaciones se han revelado más de 600 aplicaciones preventivas y terapéuticas, así como 175 efectos fisiológicos beneficiosos.
Dada la gran densidad de investigación realizada en esta notable especia, no es de extrañar que un número creciente de estudios han llegado a la conclusión de que se compara favorablemente con una variedad de medicamentos convencionales que incluyen:
- Lipitor/atorvastatina (medicamentos para el colesterol)
-Corticosteroides (medicamentos esteroides)
- Prozac/Fluoxetina y imipramina (antidrepresivos)
- Aspirina (disolvente sanguíneo)
- Drogas anti-inflamatorias.
- oxaliplatino (medicamento de quimioterapia)
- Metformina (medicamento para la diabetes)
Otra forma en la que la cúrcuma y sus componentes revelan sus notables propiedades terapéuticas es en la investigación de los cánceres resistentes a los medicamentos y a múltiples fármacos.
Teniendo en cuenta el gran historial que la cúrcuma (curcumina) tiene, siendo utilizada como alimento y como medicina en una amplia gama de culturas, desde hace de miles de años, un fuerte argumento puede ser hecho para el uso de la Cúrcuma com una alternativa a medicamentos o adyuvante en el tratamiento del cáncer.
O, mejor aún, usa cúrcuma orgánica certificada (no irradiada) en dosis culinarias más bajas en una base diaria para que las dosis heroicas no sean necesarias más adelante en la vida después de que una grave enfermedad se establezca. Nutrite a ti mismo, en lugar de automedicarte con “nutracéuticos”, debería ser el objetivo de una dieta saludable.
Té de cúrcuma es una bebida muy popular en toda Asia y es conocido por algunos como "oro líquido". Beneficios de la cúrcuma se deben principalmente a su compuesto activo llamado curcumina.
La cúrcuma es altamente anti-inflamatorio, y esta receta de té de cúrcuma de oro es seguro para ayudar a curar su cuerpo de una serie de condiciones de salud inflamatorios. Este rico cremoso y ligeramente dulce bebida es algo que van a disfrutar!
Receta del té de cúrcuma
Tiempo total: 5 minutos
Porciones: 2
Ingredientes:
· 1 taza de leche de coco
· 1 taza de agua
· 1 cucharada de mantequilla de búfalo
· 1 cucharada de miel
· 1 cucharadita de cúrcuma (en polvo o raíz rallada)
Instrucciones:
1. Verter la leche de coco y el agua en la cacerola y caliente durante 2 minutos.
2. Añadir la mantequilla, miel cruda y la cúrcuma en polvo durante otros 2 minutos.
3. Remover y verter en vasos.
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presión arterial
viernes, 14 de octubre de 2016
Ajo
El ajo pertenece a la familia de las Liliáceas, que abarca unas 3.500 especies de plantas herbáceas y árboles.
El género Allium, al que pertenecen hortalizas tan conocidas como los ajos, las cebollas, las cebolletas, el cebollino y el puerro, es el más importante de esta familia.
Muchas de sus especies formas bulbos o engrosamientos subterráneos del tallo y todas ellas son ricas en aceites esenciales sulfurados muy volátiles y picantes.
Origen y variedades
Las propiedades saludables del ajo como condimento y medicamento ya eran bien conocidas por los antiguos egipcios, hebreos, griegos y romanos.
En la actualidad, su uso terapéutico ha quedado relegado a favor de su uso como condimento.
Según los historiadores, el ajo procede de los países del centro de Asia - en concreto del Allium longicuspic, una variedad de ajo endémica de Asia central -, desde donde se propagó al área mediterránea y, de ahí, al resto del mundo.
Hay evidencias de que el ajo ya se consumía en Egipto hace 5.000 años. Los comerciantes europeos facilitaron la distribución de modo que el ajo se convirtió en un vegetal básico en todo el mundo para condimentar muchos alimentos. A finales del siglo XIX, los españoles introdujeron el ajo en el continente americano.
En los países del bajo Mediterráneo se le conocía por el nombre latino de "alium", palabra de origen céltico que significa ardiente. Este término derivó en la denominación actual en la mayoría de las lenguas latinas.
En la Edad Media, el ajo es elogiado como remedio eficaz de numerosas enfermedades.
La planta de ajo silvestre crece en las regiones de Europa meridional y es en esa zona donde se cultivan los ajos por su importancia comercial, sobre todo España, Francia e Italia.
En la actualidad, España ostenta el primer puesto europeo y el cuarto a nivel mundial en la producción de ajos.
Una buena parte de la producción española se dedica a la exportación. Según su época de maduración, se pueden encontrar ajos tempranos, conocidos como ajetes o ajos tiernos, y tardíos.
En los comercios se pueden distinguir dos grupos de ajos identificados por el color de su cubierta.
Ajo blanco o común: rústico, resistente y carnoso, de mayor tamaño que el ajo morado, de buena productividad y conservación. Suele consumirse seco y se caracteriza por su marcado sabor y aroma persistente. Es la variedad que prevalece en todos los países.
Ajo rosado o morado: el color de su cubierta le da el nombre. No se conservan muy bien. Son más precoces que los blancos.
Ajete o ajo tierno: es la planta joven que puede encontrarse a finales del invierno y principio de la primavera y se utiliza mucho para elaborar tortillas y revueltos.
Propiedades nutritivas
Si se revisa el análisis bromatológico de los ajos, es sorprendente su elevado aporte energético, gracias a su riqueza en proteínas e hidratos de carbono, en comparación con el resto de verduras y hortalizas. No obstante, la cantidad que se consume de ajos en cada plato no es equivalente a la de otras verduras. Por ello, el aporte nutritivo y energético de esta hortaliza es irrelevante.
Todo esto a pesar de su riqueza mineral (potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo) y vitamínica, en la que destaca el contenido de vitaminas del grupo B, como la B1, B3, B6 y con cantidades discretas de vitamina C y E.
En realidad, las propiedades salutíferas del ajo se deben a unos componentes de naturaleza azufrada (compuestos sufurados) presentes en su composición.
El principal precursor del aroma del ajo es la aliina, un compuesto volátil inactivo e inodoro. Cuando se tritura o se corta el ajo, la aliina se transforma en alicina, compuesto determinante del característico olor de los ajos.
Uso Gastronómico
El ajo se emplea en la cocina como un saborizante natural. Posee un aroma y un sabor característico que suele acompañar ciertos platos de la cocina mediterránea. Los brotes tiernos de las hojas se suelen incluir en algunos platos. Estos brotes pueden ser preparados como si fueran espárragos, aunque el consumo del bulbo es mucho más habitual. Generalmente se utilizan secos o semisecos, como ajo deshidratado, verdes (ajetes) y en encurtidos.
Algunos de los muchos platos en donde el ajo es un ingrediente esencial son el ajoblanco, el ajo cabañil, el ajo caliente, el ajo mataero o ajo pringue, el atascaburras, el gazpacho andaluz, el pollo al ajillo, el escabeche oriental, el salmorejo, el allioli, el ajo arriero, el mojo de ajo o la sopa de ajo. Es el ingrediente principal en la elaboración de algunas salsas emulsionadas como el allioli.
Dentro de la promoción gastronómica, existen ferias en las que el ajo se vende de forma exclusiva, tal y como puede verse en la feria anual celebrada en la ciudad de Zamora: Feria de San Pedro (celebrada cada año a finales de junio), así como en la vecina ciudad de Toro.
Uso Medicinal
En la actualidad, el ajo es una medicina naturista y tiene una amplia utilización farmacológica.
Es eficaz como antibiótico, combatiendo numerosos hongos, bacterias y virus (se ha usado en al menos un paciente con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) para tratar una toxoplasmosis, una enfermedad protozoaria; en el control de enfermedades cardíacas, ya que reduce el bloqueo de las arterias); reduce la presión arterial y el colesterol; incrementa el nivel de insulina en el cuerpo; controla los daños causados por la arterioesclerosis, y el reumatismo.
También se relaciona con la prevención de ciertos tipos de cáncer, ciertas complicaciones de la diabetes mellitus, en la reversión del estrés y la depresión. De acuerdo a los efectos medicinales buscados, varía la forma en que deben ser ingeridos, ya que el ajo posee diferentes propiedades crudo o cocido.
Cuando el ajo crudo es cortado o machacado, se produce la combinación de la aliina con la alinasa, lo que produce una sustancia denominada alicina.
Ésta tiene varios efectos benéficos, en cambio si el ajo es cocinado, este compuesto se destruye.
En el proceso de cocción se liberan compuestos diferentes, como la adenosina y el ajoeno, que poseen cualidades anticoagulantes y, se supone, reducen el nivel de colesterol.
La virtud antihipertensiva y por ende favorable a la actividad cardíaca y disminuidora de riesgos de ACV o ictus cerebral está perfectamente demostrada: la alicina tiene como principal compuesto el sulfuro de hidrógeno el cual facilita la distensión de las membranas celulares vasculares disminuyendo de este modo la presión sanguínea y favoreciendo la circulación y el transporte de oxígeno mediante la hemoglobina de los glóbulos rojos a los órganos y, por consecuencia, implicando una menor fatiga (estrés) para el corazón; lo que ha sido puesto en dudas es la capacidad del ajo para reducir el LDL colesterol (lipoproteína de baja densidad o "colesterol malo") en la sangre y la formación de ateromas; aunque sí posee una acción sobre las plaquetas, por lo que se desaconseja el consumo de suplementos de ajo si no es bajo responsabilidad médica ya que los suplementos artificiales de ajos o su ingesta excesiva puede afectar la correcta actividad de la coagulación e hiperlipidemia.
No se ha demostrado científicamente que las personas que ingieren ajo no son picadas por los mosquitos.
También se usa el ajo en vía tópica para combatir las verrugas, además de ser también un eficaz vermífugo por vía oral (perlas de ajo).
Hay una larga tradición de uso en la medicina herbaria, que ha utilizado el ajo para la ronquera y la tos.
Los indios cheroqui lo usan como expectorante para la tos y para los caballos.
Cómo elegirlos y conservarlos
Los ajos de mayor calidad son los que mantienen las cabezas firmes, sin brotes o retoños verdes y con una envoltura seca.
Conviene escoger las cabezas pequeñas, compactas y pesadas, y rechazar los ajos amarillentos y huecos, ya que es indicio de que están envejecidos.
Los ajos blancos se conservan menos tiempo que los de color, que por lo general pueden almacenarse hasta un año. Deben guardarse en un lugar fresco, seco y con ventilación, para evitar que se enmohezcan y comiencen a germinar.
Conviene conservar si es posible la trenza o ristra para que no se reblandezcan.
Si se opta por separar los dientes, se pueden conservar los ajos sin pelar en un bote con agujeros o pelados en un bote de cristal en el frigorífico y cubiertos de aceite, que además de conservarlos bien, aromatiza el aceite que se puede usar para aliñar diversos platos.
Aunque resulte extraño, también se pueden congelar los dientes pelados, cerca de dos meses, aunque pierden sus propiedades culinarias.
El género Allium, al que pertenecen hortalizas tan conocidas como los ajos, las cebollas, las cebolletas, el cebollino y el puerro, es el más importante de esta familia.
Muchas de sus especies formas bulbos o engrosamientos subterráneos del tallo y todas ellas son ricas en aceites esenciales sulfurados muy volátiles y picantes.
Origen y variedades
Las propiedades saludables del ajo como condimento y medicamento ya eran bien conocidas por los antiguos egipcios, hebreos, griegos y romanos.
En la actualidad, su uso terapéutico ha quedado relegado a favor de su uso como condimento.
Según los historiadores, el ajo procede de los países del centro de Asia - en concreto del Allium longicuspic, una variedad de ajo endémica de Asia central -, desde donde se propagó al área mediterránea y, de ahí, al resto del mundo.
Hay evidencias de que el ajo ya se consumía en Egipto hace 5.000 años. Los comerciantes europeos facilitaron la distribución de modo que el ajo se convirtió en un vegetal básico en todo el mundo para condimentar muchos alimentos. A finales del siglo XIX, los españoles introdujeron el ajo en el continente americano.
En los países del bajo Mediterráneo se le conocía por el nombre latino de "alium", palabra de origen céltico que significa ardiente. Este término derivó en la denominación actual en la mayoría de las lenguas latinas.
En la Edad Media, el ajo es elogiado como remedio eficaz de numerosas enfermedades.
La planta de ajo silvestre crece en las regiones de Europa meridional y es en esa zona donde se cultivan los ajos por su importancia comercial, sobre todo España, Francia e Italia.
En la actualidad, España ostenta el primer puesto europeo y el cuarto a nivel mundial en la producción de ajos.
Una buena parte de la producción española se dedica a la exportación. Según su época de maduración, se pueden encontrar ajos tempranos, conocidos como ajetes o ajos tiernos, y tardíos.
En los comercios se pueden distinguir dos grupos de ajos identificados por el color de su cubierta.
Ajo blanco o común: rústico, resistente y carnoso, de mayor tamaño que el ajo morado, de buena productividad y conservación. Suele consumirse seco y se caracteriza por su marcado sabor y aroma persistente. Es la variedad que prevalece en todos los países.
Ajo rosado o morado: el color de su cubierta le da el nombre. No se conservan muy bien. Son más precoces que los blancos.
Ajete o ajo tierno: es la planta joven que puede encontrarse a finales del invierno y principio de la primavera y se utiliza mucho para elaborar tortillas y revueltos.
Propiedades nutritivas
Si se revisa el análisis bromatológico de los ajos, es sorprendente su elevado aporte energético, gracias a su riqueza en proteínas e hidratos de carbono, en comparación con el resto de verduras y hortalizas. No obstante, la cantidad que se consume de ajos en cada plato no es equivalente a la de otras verduras. Por ello, el aporte nutritivo y energético de esta hortaliza es irrelevante.
Todo esto a pesar de su riqueza mineral (potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo) y vitamínica, en la que destaca el contenido de vitaminas del grupo B, como la B1, B3, B6 y con cantidades discretas de vitamina C y E.
En realidad, las propiedades salutíferas del ajo se deben a unos componentes de naturaleza azufrada (compuestos sufurados) presentes en su composición.
El principal precursor del aroma del ajo es la aliina, un compuesto volátil inactivo e inodoro. Cuando se tritura o se corta el ajo, la aliina se transforma en alicina, compuesto determinante del característico olor de los ajos.
Uso Gastronómico
El ajo se emplea en la cocina como un saborizante natural. Posee un aroma y un sabor característico que suele acompañar ciertos platos de la cocina mediterránea. Los brotes tiernos de las hojas se suelen incluir en algunos platos. Estos brotes pueden ser preparados como si fueran espárragos, aunque el consumo del bulbo es mucho más habitual. Generalmente se utilizan secos o semisecos, como ajo deshidratado, verdes (ajetes) y en encurtidos.
Algunos de los muchos platos en donde el ajo es un ingrediente esencial son el ajoblanco, el ajo cabañil, el ajo caliente, el ajo mataero o ajo pringue, el atascaburras, el gazpacho andaluz, el pollo al ajillo, el escabeche oriental, el salmorejo, el allioli, el ajo arriero, el mojo de ajo o la sopa de ajo. Es el ingrediente principal en la elaboración de algunas salsas emulsionadas como el allioli.
Dentro de la promoción gastronómica, existen ferias en las que el ajo se vende de forma exclusiva, tal y como puede verse en la feria anual celebrada en la ciudad de Zamora: Feria de San Pedro (celebrada cada año a finales de junio), así como en la vecina ciudad de Toro.
Uso Medicinal
En la actualidad, el ajo es una medicina naturista y tiene una amplia utilización farmacológica.
Es eficaz como antibiótico, combatiendo numerosos hongos, bacterias y virus (se ha usado en al menos un paciente con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) para tratar una toxoplasmosis, una enfermedad protozoaria; en el control de enfermedades cardíacas, ya que reduce el bloqueo de las arterias); reduce la presión arterial y el colesterol; incrementa el nivel de insulina en el cuerpo; controla los daños causados por la arterioesclerosis, y el reumatismo.
También se relaciona con la prevención de ciertos tipos de cáncer, ciertas complicaciones de la diabetes mellitus, en la reversión del estrés y la depresión. De acuerdo a los efectos medicinales buscados, varía la forma en que deben ser ingeridos, ya que el ajo posee diferentes propiedades crudo o cocido.
Cuando el ajo crudo es cortado o machacado, se produce la combinación de la aliina con la alinasa, lo que produce una sustancia denominada alicina.
Ésta tiene varios efectos benéficos, en cambio si el ajo es cocinado, este compuesto se destruye.
En el proceso de cocción se liberan compuestos diferentes, como la adenosina y el ajoeno, que poseen cualidades anticoagulantes y, se supone, reducen el nivel de colesterol.
La virtud antihipertensiva y por ende favorable a la actividad cardíaca y disminuidora de riesgos de ACV o ictus cerebral está perfectamente demostrada: la alicina tiene como principal compuesto el sulfuro de hidrógeno el cual facilita la distensión de las membranas celulares vasculares disminuyendo de este modo la presión sanguínea y favoreciendo la circulación y el transporte de oxígeno mediante la hemoglobina de los glóbulos rojos a los órganos y, por consecuencia, implicando una menor fatiga (estrés) para el corazón; lo que ha sido puesto en dudas es la capacidad del ajo para reducir el LDL colesterol (lipoproteína de baja densidad o "colesterol malo") en la sangre y la formación de ateromas; aunque sí posee una acción sobre las plaquetas, por lo que se desaconseja el consumo de suplementos de ajo si no es bajo responsabilidad médica ya que los suplementos artificiales de ajos o su ingesta excesiva puede afectar la correcta actividad de la coagulación e hiperlipidemia.
No se ha demostrado científicamente que las personas que ingieren ajo no son picadas por los mosquitos.
También se usa el ajo en vía tópica para combatir las verrugas, además de ser también un eficaz vermífugo por vía oral (perlas de ajo).
Hay una larga tradición de uso en la medicina herbaria, que ha utilizado el ajo para la ronquera y la tos.
Los indios cheroqui lo usan como expectorante para la tos y para los caballos.
Cómo elegirlos y conservarlos
Los ajos de mayor calidad son los que mantienen las cabezas firmes, sin brotes o retoños verdes y con una envoltura seca.
Conviene escoger las cabezas pequeñas, compactas y pesadas, y rechazar los ajos amarillentos y huecos, ya que es indicio de que están envejecidos.
Los ajos blancos se conservan menos tiempo que los de color, que por lo general pueden almacenarse hasta un año. Deben guardarse en un lugar fresco, seco y con ventilación, para evitar que se enmohezcan y comiencen a germinar.
Conviene conservar si es posible la trenza o ristra para que no se reblandezcan.
Si se opta por separar los dientes, se pueden conservar los ajos sin pelar en un bote con agujeros o pelados en un bote de cristal en el frigorífico y cubiertos de aceite, que además de conservarlos bien, aromatiza el aceite que se puede usar para aliñar diversos platos.
Aunque resulte extraño, también se pueden congelar los dientes pelados, cerca de dos meses, aunque pierden sus propiedades culinarias.
Alimentos,naturales,salud,cocina,comida,naturista
anticoagulante,
antihipertensivo,
arterioesclerosis,
colesterol,
depresión,
estrés,
expectorante,
reduce,
reumatismo,
ronquera,
toxoplasmosis,
verrugas
martes, 11 de octubre de 2016
Semilla de Chía, antioxidante natural.
La Chía (Salvia hispánica L.) es una planta anual, de verano, que pertenece a la familia de las Lamiaceae; es originaria de áreas montañosas de México.
Se sabe que hace ya 3500 años a.C. era conocida como "alimento-medicina".
En la época precolombina era para los mayas uno de los cuatro cultivos básicos destinados a su alimentación, junto al maíz, el poroto y el amaranto.
Con el paso del tiempo se dejó de consumir y a finales del siglo pasado resurgió el interés por la chía, ya que se la considera una buena fuente de fibra dietaria, proteína y antioxidantes.
Los mayas y aztecas usaban la chía en distintos preparados nutricionales y medicinales y además en la elaboración de ungüentos cosméticos. Era fuente de energía para travesías prolongadas y alimento para los guerreros, combinada con maíz.
La harina de chía tostada se utilizaba en la preparación de una popular bebida refrescante y nutritiva, costumbre que, con variantes, hoy persiste en Centroamérica y se denomina “chía fresca” (agua, limón y chía).
Los ceramistas y pintores utilizaban el aceite de chía para la preparación de barnices y pinturas, que se destacaban por su brillo y resistencia al envejecimiento dado su alto poder antioxidante.
Las semillas de chía contienen una muy buena cantidad de compuestos con potente actividad antioxidante (principalmente flavonoides), eliminando la necesidad de utilizar antioxidantes artificiales como las vitaminas.
Los antioxidantes, además de resultar un saludable aporte dietario y terapéutico, sirven a la buena conservación del aceite. Esto explica como los mayas, sin grandes técnicas de conservación, podían almacenar la harina de chía durante largos períodos sin que se pusiese rancia, algo poco habitual en semillas oleaginosas.
La chía tiene 23 % de proteína, aminoácidos esenciales, entre ellos la lisina, no posee gluten, o sea que puede ser consumida por los celíacos.
En materia de vitaminas, es una buena fuente del grupo B.
Otra virtud de la chía es su buena cantidad (27 %) y calidad de fibra, sobre todo en forma de fibra soluble (mucílagos).
Este tipo de fibra retarda el índice de glucosa en sangre y reduce la absorción de colesterol.
Las semillas de chía aportan los siguientes efectos:
antioxidante, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, antimutagénico, anticarcinogénetico, antiviral, laxante, hipotensor, hipocolesterolemiante, hipoglucemiante, inmunoestimulante, tónico cardíaco y nervioso, y alimento mineralizante, vitamínico y proteico.
El consumo de chía resulta útil en casos de celiaquía, depresión, estrés, diabetes, obesidad, problemas gastrointestinales, tumores, artritis, asma, afecciones cardiovasculares y pulmonares, soriasis, arteriosclerosis, anemias, embarazo, lactancia, crecimiento, convalecencias y debilidad inmunológica.
Usos y aplicaciones
Aceite
La chía puede utilizarse a través del aceite de sus semillas, cultivadas en forma orgánica, prensadas en frío y sin proceso de refinado.
Por su alto contenido de Omega-3, bastaría con ingerir una cucharadita en crudo, a fin de cubrir las necesidades diarias de ácido linolénico.
El aceite obtenido de la semilla de chía no tiene ni produce olor a pescado por lo que el consumo de los productos obtenidos o realizados con la semilla de chía no necesitan un empaque y condiciones de almacenamientoespeciales.os mercados alimenticios.
Harina
El consumo directo de las semillas de chía es una buena forma de beneficiarse con su aporte de Omega-3, incluso tras ser prensada para generaraceite y su empleo en forma de harina, técnicamente llamada semilla parcialmente desgrasada.
La riqueza nutricional de la chía, la convierte en ingrediente ideal para adicionar a productos de panificación y a preparaciones culinarias y bebidas.
Se la utiliza como ingrediente para hacer pan, barras energéticas, suplementos dietéticos, en dietas de aves para producción de huevos y carne y en dietas de vacas lecheras, entre otros.
En el caso de consumir la semilla entera, conviene ingerirla molida (harina) o muy bien masticada, para permitir su correcta metabolización.
En medio acuoso, la semilla queda envuelta en un polisacárido mucilaginoso, el cual es excelente para la digestión que, junto con el aquenio en sí mismo, forma un alimento nutritivo.
Fuente:
www.cocinanaturista.blogspot.com
Se sabe que hace ya 3500 años a.C. era conocida como "alimento-medicina".
En la época precolombina era para los mayas uno de los cuatro cultivos básicos destinados a su alimentación, junto al maíz, el poroto y el amaranto.
Con el paso del tiempo se dejó de consumir y a finales del siglo pasado resurgió el interés por la chía, ya que se la considera una buena fuente de fibra dietaria, proteína y antioxidantes.
Los mayas y aztecas usaban la chía en distintos preparados nutricionales y medicinales y además en la elaboración de ungüentos cosméticos. Era fuente de energía para travesías prolongadas y alimento para los guerreros, combinada con maíz.
La harina de chía tostada se utilizaba en la preparación de una popular bebida refrescante y nutritiva, costumbre que, con variantes, hoy persiste en Centroamérica y se denomina “chía fresca” (agua, limón y chía).
Los ceramistas y pintores utilizaban el aceite de chía para la preparación de barnices y pinturas, que se destacaban por su brillo y resistencia al envejecimiento dado su alto poder antioxidante.
Las semillas de chía contienen una muy buena cantidad de compuestos con potente actividad antioxidante (principalmente flavonoides), eliminando la necesidad de utilizar antioxidantes artificiales como las vitaminas.
Los antioxidantes, además de resultar un saludable aporte dietario y terapéutico, sirven a la buena conservación del aceite. Esto explica como los mayas, sin grandes técnicas de conservación, podían almacenar la harina de chía durante largos períodos sin que se pusiese rancia, algo poco habitual en semillas oleaginosas.
La chía tiene 23 % de proteína, aminoácidos esenciales, entre ellos la lisina, no posee gluten, o sea que puede ser consumida por los celíacos.
En materia de vitaminas, es una buena fuente del grupo B.
Otra virtud de la chía es su buena cantidad (27 %) y calidad de fibra, sobre todo en forma de fibra soluble (mucílagos).
Este tipo de fibra retarda el índice de glucosa en sangre y reduce la absorción de colesterol.
Las semillas de chía aportan los siguientes efectos:
antioxidante, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, antimutagénico, anticarcinogénetico, antiviral, laxante, hipotensor, hipocolesterolemiante, hipoglucemiante, inmunoestimulante, tónico cardíaco y nervioso, y alimento mineralizante, vitamínico y proteico.
El consumo de chía resulta útil en casos de celiaquía, depresión, estrés, diabetes, obesidad, problemas gastrointestinales, tumores, artritis, asma, afecciones cardiovasculares y pulmonares, soriasis, arteriosclerosis, anemias, embarazo, lactancia, crecimiento, convalecencias y debilidad inmunológica.
Usos y aplicaciones
Aceite
La chía puede utilizarse a través del aceite de sus semillas, cultivadas en forma orgánica, prensadas en frío y sin proceso de refinado.
Por su alto contenido de Omega-3, bastaría con ingerir una cucharadita en crudo, a fin de cubrir las necesidades diarias de ácido linolénico.
El aceite obtenido de la semilla de chía no tiene ni produce olor a pescado por lo que el consumo de los productos obtenidos o realizados con la semilla de chía no necesitan un empaque y condiciones de almacenamientoespeciales.os mercados alimenticios.
Harina
El consumo directo de las semillas de chía es una buena forma de beneficiarse con su aporte de Omega-3, incluso tras ser prensada para generaraceite y su empleo en forma de harina, técnicamente llamada semilla parcialmente desgrasada.
La riqueza nutricional de la chía, la convierte en ingrediente ideal para adicionar a productos de panificación y a preparaciones culinarias y bebidas.
Se la utiliza como ingrediente para hacer pan, barras energéticas, suplementos dietéticos, en dietas de aves para producción de huevos y carne y en dietas de vacas lecheras, entre otros.
En el caso de consumir la semilla entera, conviene ingerirla molida (harina) o muy bien masticada, para permitir su correcta metabolización.
En medio acuoso, la semilla queda envuelta en un polisacárido mucilaginoso, el cual es excelente para la digestión que, junto con el aquenio en sí mismo, forma un alimento nutritivo.
Fuente:
www.cocinanaturista.blogspot.com
Alimentos,naturales,salud,cocina,comida,naturista
anticarcinogénetico,
antiinflamatorio,
antimutagénico,
antioxidante,
antiviral,
hipoglucemiante,
hipotensor,
inmunoestimulante,
laxante,
mineralizante,
nervioso,
plaquetario,
tónico cardíaco,
vitamínico
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